Graphispag - ¡Y llegó la caballería!

11.23 a.m. Recibo la llamada que desde muy temprano esperaba. Eran ellos y habían llegado de muy lejos.

Se trataba de mis profesores y ex-compañeros del Grado Superior de Artes Gráficas.

Habían venido para presenciar (cómo es habitual en ellos) la feria de Graphispag, una de las cinco ferias más destacados del calendario internacional de la industria gráfica, y se celebra aquí, en Barcelona.

Para ser sincero (como siempre, en ocasiones tanto que resulta molesto =) ) nunca había asistido a ella ni a ninguna parecida, por lo que me impacto la cantidad de empresas que allí residian.

- Cabe destacar que me hubiese gustado presenciarla con todos los profesores juntos, ya que cada uno es un crack en su ámbito y hubiese podido aprovechar la oportunidad para hallar respuestas a mi infinita lista de interrogantes que había acumulado durante estos meses que había estado sin tutela. -

Ya en la feria

La feria se componía de dos partes: por un lado Graphispag y por el otro Sonido Imagen Foto & Multimedia (la cual no estaba abierta hasta el día siguiente).

– ¿A cuál fueron primero? -. Se preguntarán. Pués a la que estaba abierta. No teníamos ganar de ir al otro pabellón, a las puertas de Sonido de Imagen y ver un lindo cartel de dimensiones descomunales que pusiese "Not Ready".

Nuestra primera parada: Konica Minolta.

Fue el primer stand en el que hicimos escala, ¿razones? habían 2.

1º. Una impresora laser a gran formato que imprimía a velocidades vertiginosas.

2º. ¡Lucas!. Un robot que se movía, lanzaba objetos y hablaba con las personas (en especial con las chicas guapas, curiosamente ahí notaba que su capacidad de habla mejoraba).

Próxima parada: ¡Agfa!

No habíamos terminado y nos encontramos con el comercial. Lo curioso es que su cara me sonaba pero, ¿de qué?, Al ver al técnico de la misma empresa, recordé. Había realizado una exposición bastante interesante sobre tecnología de vanguardia en el instituto.

Interesado en otros productos procedí, disimulando, lentamente pero sin vacilar a darme media vuelta y a comenzar a andar en dirección contraria a ellos, y allí fue cuando comenzo mi solitaria aventura.

Visité varios stands, y aunque no contaba con la tutela de los profesores, tenía la libertad de ir directamente a los lugares que me interesaban, aunque por el camino me detuve varias veces. Habían cosas que aunque no pertenecen al campo que abarco, eran interesante, entre ellas, los diseños de los carteles que adornaban los pasillos.

Una máquina de Flexografía que tenía el sistema de microregistro por video.
En la foto de la izquierda se puede ver la cámara observando los puntos de registro situados en el cliché flexográfico, y ésto se ve reflejado en los monitores, con lo cual, si hay un mal registro, se puede percibir fácilmente. –Sorprendente–

Luces especiales que parpadeaban a una frecuencia determinada. ¿Y eso? Permite ver las imagenes impresas en la bobina a una velocidad menor, por ende, podrías detectar fallos en la impresión sin tener que pasar por la engorrosa -parada de máquina-

¡La máquina de 4 cuerpos con pupitre de control remoto tan anhelada por los profesores de impresión!. La acercarme entendí por qué el brillo en sus ojos al verla aunque fuese en una foto. Puedes ajustar los tinteros desde el pupitre, configurar cantidad de tintas y guardarlos para determinados trabajos, densitómetro de barrido, todo lo que puede desear un impresor. Esperemos que en la brevedad posible ésta llegue al instituto, debido a que la espera se está alargando cada vez más.

Cuadros hechos con impresión digital con un acabo de plastificado, lo cual le daba un extra de profundidad y viveza.





Impresora digital capaz de imprimir en bobinas de plástico. ¿El grosor máximo imprimible? lo dejé de tarea. Lo que sí sé, es su pasmante capacidad para cambiar de diseño a imprimir en cuestión de segundos. Al fin y al cabo, ¿cómo no? ¡es una digital!


La razón por la cual estaba ese coche allí parado, para mí, es todo un enigma. Poseía un acabado de pintura que simulaba a la fibra de carbono. ¡Era a-lu-ci-nan-te! (además del simple emblema). Cumplieron muy bien su cometido de llamar la atención a los clientes, tanto que muchos pasaron por alto el servicio que en realidad ofrecía esa empresa. ¿Servicio de grúas de lujo, quizá?

Ésta fue la foto recuerdo del pabellón de Sonido Imagen Foto & Multimedia, debido a que con la misma velocidad que entre, salí. Habían cosas interesantes (para fotografos, claro). De Sonido no vi mucho, así que no podía irme con las manos vacias de esa parte de la exposición (y mucho menos con la tarjeta de la cámara, aún me quedaba mucho espacio), decidí hacer un close de algún cuadro para poder apreciarlos todos (más o menos). ¿A cuál le apunte? al que estaba más cerca evidentemente... =)









¡Serigrafía!

Habiendo retornado a mi pabellón predilecto, decidí no posponer más mi visita a mis stands de interes, con lo cual, con mucha velocidad y cuidado con no caerme con los cables que había dejado sutilmente en el medio del pasillo algún camarografo descuidado, llegué al primero.

Para mi sorpresa, me encontré con una impresora que no había visto nunca. Sabía de la existencia de las impresoras directo a camiseta que son de tintas de sublimación. Pero ésta no se trataba de alguna de ellas. Eran de tinta base agua, sinónimo de -PuedesImprimirEnCamisetasFondoOscuro-
¿El valor? asciende a los 15.000€ (habrá que vender unas cuantas camisetitas para rentabilizar la adquisición)

La empresa dueña de la camiseta, es un fabricante de un transfer digital bastante particular, y poseedor de una patente europea. Esta empresa se llama Forever. Ellos crean transfer para su utilización en textil. El proceso consta de una impresión por plotter con tintas UV sobre el substrato creado por ellos. El diseño es impreso en escala de grises y luego se plancha en la camiseta cuidando la temperatura (ya que es crítica en la transferencia). En la camiseta queda una pelicula del color del soporte y se puede acabar planchando encima con una hoja metalizada. Aunque la posibilidad de acabados son amplios.


¡Pulpo de 6 colores!. Sólo el pulpo cuesta unos 10.000€. ¿El brazo automático anexado? otros 10.000€ -flipante-. Quería preguntar por las máquinas totalmente automáticas, pero sentía que podía predecir el valor -allí fue cuando aprendí que eso de "instinto femenino" también lo tenemos los hombres-.





Este Stand pertenecía a una empresa que imprimia camisetas con método de sublimación. Tenía una diversidad de diseños de camisetas y diseños a imprimir. La verdad es que me detuve un buen rato allí para admirar su trabajo.





Después de hablar con un amplio número de proveedores y en una ocasión encontrarme en una situación de incomodidad debido a problemas de comunicación, me encontré de nuevo con el grupo y contrastamos opiniones referente a la hora que era, y efectivamente, todos estabamos hambrientos.

Al finalizar la comida en la que no faltaron temas de conversación, comida, ni cervezas (al contrario de la opinión de los compañeros de mesa), volvimos, pero esta vez por un menor lapso de tiempo.


Finalizando el día.

Al dejar a nuestras espaldas las puertas de la exposición se dieron todos los factores que se requieren para ese evento que popularmente llamamos momento kodak -Todos reunidos, iluminación adecuada, peinados perfectos, caminabamos todos en cámara lenta, definitivamente, fue el momento (a excepción de los vientos huracanados que comenzaron a azotar a la zona) todo era adecuado.

Después de unos cuantos debates sobre el sitio y las poses que cada uno adoptaría, se ajustó el diafragma, la velocidad de obturación, y allí, justo después de presionar el botón, ocurrió la magia: el espejo delantero inclinado a 45º se levantó, dejando de desviar la luz al pentaprisma -¿resultado? el fotografo contempló en su visor un hermoso cuadro negro. ¿Ausencia de color o todos los colores juntos? en este caso, no teía relevancia- la luz entró en contacto con la superficie fotoeléctrica de dispositivo CCD. Lo condensadores acumularon una carga proporcional a la intensidad de luz recibida. La carga se trasmitió a los condensadores vecinos, y permitio traducir la señal de luz en frecuencia de voltajes, para finalmente, obtener la foto deseada, que para mí, fue la mejor de todas.

Me hubiese gustado que hubiesen salido todos los profesores. De todas maneras, tengo fe de poder volver a ver al grupo pronto, pero esta vez, en su tierra...